jueves, 14 de abril de 2011

Republicando

En homenaje a todos aquellos que creyeron en la libertad y lucharon por ella.
A mi abuela.

La Mandrágora - Adivina adivinanza

Mil años tardó en morirse pero por fin la palmó
los muertos del cementerio están de fiesta mayor.
Seguro que está en el cielo a la derecha de Dios.
Adivina, adivinanza escuche con atención.
A su entierro de paisano asistió Napoleón
Torquemada y el caballo del noble Cid Campeador
Marcelino de cabeza marcándole a Rusia un gol
el coño de la Bernarda y un dentista de León.
San Isidro labrador y el soldado desconocido 
a quien nadie conoció
Santa Teresa iba dando su brazo incorrupto a Don
Pelayo que no podía  resistir el mal olor.
Y el marqués que ustedes saben iba muy elegantón
con uniforme de gala de la santa inquisición
Bernabeu incendia puros con billetes de millón
y el niño Jesús de Praga de primera comunión
mil quinientas doce monjas pidiendo con devoción
al papa santo de Roma pronta canonización
y un pantano inaugurado de los del plan Badajoz
y el Ku Klux Klan que no vino pero mandó una versión
Y Rita la cantaora  y era un cristo øvalcolor?
y una teta disecada de Agustina de Aragón
la tuna compostelana cerraba la procesión
cantando a diez voces clavelitos de mi corazón.
San José María, Pemán unos versos recitó
servía Perico Chicote copas de vino español
nunca enterrado alguno conoció tan alto honor
dar sepultura a quien era sepulturero mayor
ese día en el infierno hubo gran agitación
muertos de asco y fusilados bailaban de sol a sol
siete días con siete noches duró la celebración
en leguas a la redonda el champán se terminó
combatientes de Brunete braceros de Castellón
los del exilio de afuera y los del exilio interior
celebraban la victoria que la historia les robó
más que alegría la suya era desesperación.
Como ya habrá adivinado la señora y el señor
los apellidos del muerto a quien me refiero yo
pues colorín, colorado igualito que empezó
adivina, adivinanza se termina mi canción
se termina mi canción.

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