jueves, 31 de marzo de 2011

Retrato

1. PASILLO SALA DE MUSEO. INT/DIA

Unos zapatos negros de tacón bajo avanzan rápido por el pasillo del primer piso de una sala del Museo de Arte Contemporáneo. Begoña (37 años) trabaja desde hace 6 años como auxiliar de sala, y hoy es la encargada de abrir al público.


2. ENTRADA MUSEO. INT/DIA

Begoña, con un manojo de llaves en la mano, abre una de las puertas de cristal de la entrada al museo. Ella lleva un vestido de dos piezas, falda y chaqueta, negro y austero; y una plaquita metálica enganchada en la solapa con su nombre. Todavía no le vemos el rostro.

BEGOÑA
(Voz en off). No entiendo a las personas que no les gustan los lunes. A mí, los martes. Esos sí que no me gustan.

3. MOSTRADOR DE INFORMACIÓN. INT/DIA

Encima del mostrador está el cartel, en miniatura, de la exposición temporal. Las manos de Begoña colocan unas cajitas de cartón en la mesa y saca varios folletos. Unos sobre el museo y su colección, en varios idiomas; otros, de la exposición. Los coloca en perfecto orden, alineados con todos los elementos del mostrador.

4. SALA PRIMERA. INT/DIA

Begoña avanza por la primera sala del Museo, donde empieza la colección de cuadros de principios del siglo XX. Al fondo, una silla. A mitad de recorrido, se para y hace un gesto de dolor en el tobillo derecho.

BEGOÑA
(Voz en off). Estos zapatos me están matando. Me tendría que haber comprado los otros, los que llevaban la hebilla.

Llega hasta la silla, que hay junto a una pared, y se sienta. Ya le vemos el rostro. Vuelve a hacer un gesto de dolor, debido al roce. Levanta la vista. Mira al frente, como si hubiera alguien delante.

BEGOÑA
(Voz en off). Oye, no me mires así. Ya se que tendría que haber comprado los otros.

Frente a ella, “escuchándola”, hay un cuadro con un retrato de un varón de unos 60 años, trajeado, sentado y con gesto serio. De esos retratos que dan la sensación de que te miran, de que están vivos.

miércoles, 30 de marzo de 2011

Arnold, el bárbaro

Gracias a la Sexta3, hoy se puede hacer un remember. Justo el año que nací, nació este clásico. Y a partir de ese momento nacerían dos estrellas: Arnold Schwarzenegger (he tenido que copiar/pegar el apellido) y Jorge Sanz (si, he dicho bien). Cada uno llevarían caminos distintos, carreras cinematográficas, acertadas en algunos casos, y, no tanto, en otros. Hasta que un buen día uno de ellos dejaría de ser un sex symbol adolescente y el otro se proclamaría gobernador de California.
¿Quién les diría, hace 29 años, en el set de rodaje en medio de la estepa vestidos como Xena, la princesa guerrera, que la vida les iba a dar tantas vueltas?
Jorge Sanz se le puede ver ahora en el teatro con Crimen Perfecto, otro clásico.
Al tío Arnold, casi mejor que no se le vea.

http://www.imdb.com/title/tt0082198/

Reciclaje blogero

Queridos todos:
He vuelto, si. Aunque nunca me fui, sólo dejé de escribir. Se nota que no soy constante en casi nada (quitando lo de respirar y algunas funciones vitales...menos mal).
No se lo que escribiré ni por qué, pero es simplemente un ejercicio mental.
A veces escribir quita males.
Y a veces esos males los leen otros.
Y a veces esos otros que te leen les gusta
Y a veces gustas a quien te da mal
Y por ello, escribo.


Sin mas dilación que comience la función!